4.000 m2 de trinchos con puntales vivos, son construidos en las cárcavas del cerro de la Popa, para frenar la erosión.
El Establecimiento Público Ambiental -EPA- Coordina la ejecución de los trabajos contra la erosión, como parte del Plan de Manejo Integral del Cerro de La Popa.
En las cárcavas (o grandes zanjas) de las faldas de La Popa que no se han revegetalizado, ubicadas en las Localidades 1 y 2, el Establecimiento Público Ambiental- EPA Cartagena - realiza un proceso de recuperación y control de erosión, mediante la construcción de 4.000 m2 de trinchos con puntales vivos.
“Los trinchos son barreras vivas compuestas por material vegetal que rebrota fácilmente y en La Popa estamos trabajando con especies como Matarratón, Uvita Moscosa, Hobo, entre otras, para crear una cortina vegetal que proteja el suelo”, explicó Ruth Lenes Padilla, directora del EPA.
Para elaborar los trinchos se hace un entramado de troncos verticales y horizontales, perpendiculares al cauce, formando una especie de “cerca” o barrera, que es a la vez fuente de generación natural por las semillas que se depositan y nacen, creando una cortina vegetal.
Sus funciones son disminuir la velocidad del agua de escorrentía (disipadores de energía), estabilizar y evitar el debilitamiento del fondo de cauces y de taludes de las cárcavas, y servir como depósitos de sedimentos producto de la erosión.
Las obras hacen parte del Plan de Manejo Integral del Cerro de La Popa, financiado con recursos de regalías directas, que ascienden a $138 millones 800 mil pesos.