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Se casaron los abuelos. |
viernes, 23 de octubre de 2009 |
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104 adultos mayores se unieron en matrimonio colectivo mediante ritual catolico, celebrado en la Catedral de Cartagena.
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| Los nuevos esposos forman parte de los grupos organizados y centros de vida del Distrito. |
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El matrimonio de Gladis Amaya y Eduardo Buelvas tiene algo muy especial, y es que no todos los días uno contrae nupcias de forma colectiva con 51 parejas de novios más.
Esto fue precisamente lo que pasó hoy viernes en horas de la mañana en la Iglesia Catedral Santa Catalina de Alejandría, donde un grupo de 104 adultos mayores de los centros de vida y grupos organizados del Distrito, se unieron en el sagrado sacramento del matrimonio.
Muchas de estas parejas llevaban más de veinte años conviviendo y hasta tenían nietos y bisnietos. Algunos, incluso se conocieron en los centros de vida donde asisten.
Habían parejas de hasta 85 años de edad muy contentas porque pudieron cristalizar este sueño, el cual se hizo realidad gracias a la coordinación que ha realizado la Secretaría de Participación y Desarrollo Social del Distrito, que viene trabajando con estos adultos mayores en sus centros de vida y grupos organizados en el componente de servicios sociales complementarios.
“A través de este servicio, los miembros de la tercera edad reciben atención en la parte de lúdica, recreación, esparcimiento, y como parte integral de estos servicios, entra la de espiritualidad”, explica Nubia Chams Sanmartín, secretaria de de Participación y Desarrollo Social.
“Es en este proceso donde ellos muchas veces han estrechado sus relaciones hasta el punto de que algunos han logrado fortalecer sus vínculos cristalizándolos en este sagrado sacramento”, agrega la funcionaria.
Gladis y Eduardo son unas de estas personas que se han beneficiado de los programas que imparte la Secretaría de Participación y Desarrollo Social, y ahora que han tenido la oportunidad de oficializar ante la Iglesia este compromiso que han mantenido desde hace 35 años, no quisieron esperar más.
“Ya era hora que hiciéramos oficial ante Dios este compromiso. Siempre hemos querido casarnos, pero no habíamos podido. Estamos muy emocionados. Perece que fuera ayer que nos hubiéramos conocido”, dice Gladis Amaya, la feliz novia de Eduardo Buelvas, quienes asisten desde hace varios años al grupo Organizado de San Nicolás de la Roca, en el barrio El Socorro.
De la misma manera, se encuentra el caso de Modesto Zúñiga y Disgracia Matorel, una pareja de ‘novios’ que también quiso dar el sí ante el altar y oficializar una unión mantenida desde hace casi 40 años.
Ellos, aunque ya tiene nietos, sienten los mismos síntomas de una pareja que se casa y apenas empieza a convivir junta. Consideran que es una experiencia emocionante.
“Nosotros nos conocimos por allá en los años 50’, y en aquel entonces sentíamos que debíamos vivir juntos, pero no habíamos pensado en casarnos enseguida. Para eso se necesitaba mucha ‘plata’ y no la teníamos. Así que no le dimos mucha importancia. Pero ahora, creemos que debemos hacer lo que debimos haber hecho en ese entonces”, comenta Modesto Zúñiga.
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