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El Caribe vive un proceso de transformación política |
viernes, 9 de octubre de 2009 |
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La alcaldesa Mayor de Cartagena, Judith Pinedo fue una de las ponentes del foro 'Compromiso Caribe, de la Liga Costeña, al Fondo de Compensación Regional' que se realiza en Santa Marta |
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La Alcaldesa Judith Pinedo fue una de las ponentes del foro 'Compromiso Caribe, de la Liga Costeña al Fondo de Compensación Regional', organizado por el Observatorio del Caribe |
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La Alcaldesa de Cartagena, Judith Pinedo Flórez, dijo que el Caribe Colombiano es el escenario de un proceso de transformación política y de mejoramiento de sus capacidades institucionales, que ha sido reconocido por todo el país.
Sostuvo que los Gobiernos locales y departamentales "son hoy ejemplo de recuperación de los índices de confianza, de capacidad de liderazgo, de innovación en herramientas de gestión, de mejoría en el desempeño fiscal y de resultados en mejoría de la calidad de vida de nuestros habitantes".
Pinedo fue una de las ponentes del foro 'Compromiso Caribe, de la Liga Costeña al Fondo de Compensación Regional', organizado por el Observatorio del Caribe al que asisten, en Santa Marta, entre otros, Alcaldes y Gobernadores de la región. También están entre los invitados precandidatos presidenciales, investigadores económicos, intelectuales y dirigentes políticos y gremiales.
La Alcaldesa recordó que Santa Marta y Cartagena fueron las ciudades colombianas que lograron mayor mejoría en el índice de desempeño fiscal que realiza anualmente el Departamento Nacional de Planeación.
"Santa Marta subió más de 700 puestos y nosotros logramos pasar del puesto 510 al número 52, y la recuperación fiscal de Barranquilla ha sido catalogada por el Ministerio de Hacienda como ejemplo a nivel nacional", dijo.
Destacó los avances en la transperencia de los procesos de selección de los contratistas en su Administración. "Hemos puesto en marcha un proceso de selección de contratistas para los contratos de mínima cuantía, que antes eran entregados a dedo. Ahora, mediante sorteos, hemos eliminado toda posibilidad de intermediación que favorezca a unos en contra de otros", destacó.
Agregó que "en Cartagena superamos la feudalización de la Administración pública. Las cuotas burocráticas para garantizar una mal entendida gobernabilidad son cuestión del pasado y conformamos un equipo basado en méritos y compromiso más que en lealtades políticas".
Y dijo que es en el Caribe donde se han tomado "decisiones valerosas" para revisar los contratos de concesión que se suscribieron en el pasado, "con claro perjuicio de los intereses de nuestras ciudades", dijo la Mandataria. "Conozco la decisión de los Alcaldes de Barranquilla y Santa Marta con quienes compartimos de manera permanente, por eso en estos tres Distritos hemos adelantado una cuidadosa revisión de millonarios contratos y tomado las decisiones administrativas que resultan convenientes para mejorar la posición contractual de nuestras ciudades", dijo Pinedo.
CARTAGENA, EJEMPLO PARA EL PAÍS
Dijo que aunque se han logrado grandes avances en gobernabilidad en la región, "tenemos unas tareas pendientes y tenemos el propósito de asumirlas en conjunto con los Alcaldes de Barranquilla y Santa Marta". Una de ellas, agregó, es planificar de manera conjunta el desarrollo de las tres ciudades. "No es difícil prever que dentro de cincuenta años, el corredor costero que une a las tres ciudades este conurbado y conforme la zona urbana más importante de Colombia, podría ser una especie de región metropolitana que albergará una población similar a la de Bogotá", dijo.
En otro aparte de su intervención, sostuvo que "no tengo duda que los esfuerzos que estamos haciendo en todo el Caribe en materia de erradicación de la pobreza extrema, educación y salud van a permitir que, más temprano que tarde, los resultados que hoy exhibimos con orgullo en términos institucionales ,también sean alcanzados y reconocidos en, lo que es el propósito de nuestro trabajo, el mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes de la región".
Dijo que en Barranquilla y Cartagena se están adelantando los macroproyectos de vivienda social más importantes de toda Colombia. Aseguró que se está mejorando, de manera significativa, la infraestructura educativa.
Recordó que "Cartagena fue la primera ciudad del país en la que se aplicaron, de manera gratuita, las vacunas de rotavirus y neumococo, aunque nuestro colega Samuel Moreno haya dicho unos meses después que Bogotá había sido la primera. A los cachacos les gusta decir que ellos son los primeros, pero, me da pena, en este caso, como en otros, es en el Caribe donde estamos dando ejemplo".
Y añadió: "Mi lectura de la situación es optimista, en el Caribe estamos haciendo lo que nos corresponde y eso nos permite reivindicar con fuerza nuestros reclamos que como región tenemos frente a los centros de poder nacionales".
Sostuvo que "he dejado para terminar la mención a un elemento que no podemos olvidar y que resulta ser el instrumento cohesionador y de garantía de sostenibilidad de estos esfuerzos, el traslado de poder a los ciudadanos.
"El mayor efecto del proceso que se vive en el Caribe tiene que ser el empoderamiento de ciudadanos y ciudadanas que al final deben tener una mejor capacidad para participar en los asuntos públicos. La participación de la gente en la decisiones que los afectan, y nada los afecta más que el modelo de desarrollo que los actores públicos impulsemos, es la esencia de la gobernabilidad y ahí debemos hacer énfasis en nuestro compromiso".
Intervención de la Alcaldesa Judith Pinedo en el Foro Compromiso Caribe:
Santa Marta, Octubre 8 de 2.009
Quiero empezar diciendo que ya hay grandes conquistas para el Caribe, haber rescatado a Antonio Hernandez Gamarra y tenerlo trabajando con nosotros es una gran avance para la región, debio venirse hacerse rato porque se ve mejor vestido de hombre Caribe que de corbata como los cachacos. Igualmente hay que resaltar el trabajo que Adolfo Meisel y sus colaboradores del Banco de la República han realizado sobre la región, ellos creen que estan haciendo un trabajo académico, pero en realidad es politico, de buena politica.
Para mi, como para todos los que estamos acá, esté evento tiene un valor especial, se trata no solo del seguimiento del Manifiesto que suscribimos hace casi dos años, de la reiteración de una reivindicación histórica, sino que además se realiza en un marco optimista y un contexto positivo como quizás no lo habíamos tenido hace varias décadas.
El Caribe colombiano está siendo escenario de un proceso de transformación política y de mejoramiento de sus capacidades institucionales que ha sido reconocido por todo el país. Los gobiernos departamentales y locales son hoy ejemplo de recuperación de los índices de confianza, de capacidad de liderazgo, de innovación en herramientas de gestión, de mejoría en el desempeño fiscal y de resultados en mejoría de la calidad de vida de nuestros habitantes, lo que nos permite creer que en esta ocasión se están dando las condiciones que permitirán que las propuestas de acciones afirmativas para equilibrar las enormes desigualdades históricas del desarrollo regional de nuestro país dejen de ser rechazadas por las preocupaciones como las de los amigos cachacos de Antonio.
Déjenme recordarles unos datos que pueden resultar útiles para medir el nivel de la transformación: Santa Marta y Cartagena fueron las ciudades colombianas que lograron mayor mejoría en el índice de desempeño fiscal que realiza anualmente el Departamento Nacional de Planeación. Santa Marta subió más de 700 puestos y nosotros logramos pasar del puesto 510 al número 52 y la recuperación fiscal de Barranquilla ha sido catalogada por el Ministerio de Hacienda como ejemplo a nivel nacional.
Los niveles de aceptación y favorabilidad de los alcaldes y gobernadores del Caribe están por segundo año consecutivo por encima de los de otras regiones del país. El Alcalde de Barranquilla, nuestro alcalde de Montería están dentro de los mejor evaluados a nivel nacional, así como ocurre con Eduardo, nuestro Gobernador del Atlántico.
Desde Cartagena debo compartir con ustedes que en el Plan de Desarrollo adoptamos como uno de nuestros objetivos estratégicos la recuperación de la confianza de los ciudadanos en las instituciones y en la acción colectiva.
Hemos puesto en marcha un proceso de selección de contratistas para los contratos de mínima cuantía, que antes eran entregados a dedo, mediante sorteo lo que ha eliminado toda posibilidad de intermediación que favorezca a unos e contra de otros. Hemos cumplido con nuestro compromiso de regular la pauta oficial y estamos cumpliendo las obligaciones que adquirimos cuando suscribimos el Pacto por la Transparencia que impone deberes que van más allá de los previstos en las leyes. Hablo por nuestra experiencia de Cartagena y me atrevo a decir que esta experiencia es compartida en buena parte por los gobiernos locales que es estar construyendo una nueva relación con las corporaciones públicas distritales y municipales. En Cartagena superamos la feudalización de la administración pública. Las cuotas burocráticas para garantizar una mal entendida gobernabilidad son cuestión del pasado y conformamos un equipo basado en méritos y compromiso más que en lealtades políticas.
Es aquí en el Caribe donde se han tomado decisiones valerosas para revisar, por ejemplo, los contratos de concesión que se suscribieron en el pasado con claro perjuicio de los intereses de nuestras ciudades. Conozco la decisión de los alcaldes de Barranquilla y Santa Marta con quienes compartimos de manera permanente, que en estas tres ciudades hemos adelantado una cuidadosa revisión de millonarios contratos y tomado las decisiones administrativas que resultan convenientes para mejorar la posición contractual de nuestras ciudades, así como hemos emprendido los procesos de reestructutación administrativa que permitan construir las capacidades gerenciales requeridas para convertir los esfuerzos en resultados de mejora de la calidad de vida de los habitantes de nuestras ciudades. Decisiones de similar naturaleza se han tomado en los Departamento pero dejo que sean nuestros gobernadores del Cesar y el Atlántico que sean quienes nos cuenten esas experiencias.
Señoras y señores:
He hablado hasta aquí de las dos condiciones identificadas por la mayoría como componentes de la gobernabilidad: la confianza y la capacidad institucional.
Quisiera sin embargo mencionar también otras de las condiciones que el Programa de Naciones Unidas ha identificado en la agenda de gobernabilidad local que para América Latina publicó hace tres años.
La primera de esas condiciones es la adopción de una Visión estratégica que permita que la acción colectiva se dirija hacia el logro de un propósito colectivo y es allí dónde asume gran importancia el combate contra la pobreza, que azota de manera fuerte nuestra región, los instrumentos como el Fondo de Compensación Regional para imaginar un modelo de desarrollo nacional distinto al que imperó en el siglo XX por lo que este esfuerzo se convierte en elemento esencial para nuestro futuro.
Tenemos unas tareas pendientes y que tenemos el propósito de asumir en conjunto con los alcaldes de Barranquilla y Santa Marta. Una de ellas es planificar de manera conjunta el desarrollo de nuestras ciudades. No es difícil prever que dentro de cincuenta años, el corredor costero que une a las tres ciudades este conurbado y conforme la zona urbana más importante de Colombia, podría ser una especie de región metropolitana que albergará una población similar a la de Bogotá, frente a lo cual tenemos que conducir ese desarrollo para tener ciudades amables propicias para el encuentro y la felicidad.
La literatura sobre gobernabilidad también señala que una condición de éxito de este tipo de procesos es la existencia de personas u organizaciones con capacidad de liderar verdaderas transformaciones sociales, que gocen de la confianza ciudadana y que sean capaces de construir relaciones propositivas con otros actores comprometidos.
La relación de los gobiernos departamentales y locales del Caribe con los niveles nacionales de gobierno es también hoy una de las mejores de las últimas décadas y ese es un hecho que no es fortuito es precisamente el resultado de las transformaciones que hemos asumidos regional y localmente que han permitido superar las prevenciones de las que hablábamos antes. La fuerza conjunta de diversos actores políticos de la región ha permitido que la Nación se comprometa con desarrollos viales que se han debido emprender hace muchos años y que por ejemplo, el proyecto de infraestructura industrial más importante del país, como es la Refinería de Cartagena vaya adelante, a pesar del contexto internacional adverso.
Ese círculo virtuoso de gobernabilidad integrado por la claridad en el propósito, el reconocimiento de liderazgos individuales y colectivos, la construcción de las capacidades institucionales y de relación propositiva con actores estratégicas debe permitirnos en un corto plazo lograr los resultados en el desarrollo humano que son los que alimentan esas condiciones.
No tengo duda que con los esfuerzos que estamos haciendo en todo el Caribe en materia de erradicación de la pobreza extrema, de educación y de salud, van a permitir que más temprano que tarde los resultados que hoy exhibimos con orgullo en términos institucionales también sean alcanzados y reconocidos en, lo que es el propósito de nuestro trabajo, el mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes de la región.
En Barranquilla y Cartagena se están adelantando los macroproyectos de vivienda social más importantes de toda Colombia, en todas nuestras ciudades estamos mejorando de manera significativa las infraestructuras educativas y nos encaminamos a superar algunas de las trampas de la pobreza que el documento del Fondo de Compensación menciona como obstáculos tradicionales para sacar de esta condición a nuestra región.
Fue Cartagena la primera ciudad del país en la que se aplicó de manera gratuita las vacunas de rotavirus y el neumococo, así nuestro colega Samuel Moreno haya dicho unos meses después que Bogotá lo había sido. A los cachacos les gusta decir que ellos son los primeros, pero -me da pena- en este caso -como en otros- es en el Caribe donde estamos dando ejemplo.
Mi lectura de la situación es optimista, en el Caribe estamos haciendo lo que nos corresponde y eso nos permite reivindicar con fuerza nuestros reclamos que como región tenemos frente a los centros de poder nacionales.
He dejado para terminar la mención a un elemento que no podemos olvidar y que resulta ser el instrumento cohesionados y de garantía de sostenibilidad de estos esfuerzos, el traslado de poder a los ciudadanos. El mayor efecto del proceso que se vive en el Caribe tiene que ser el empoderamiento de ciudadanos y ciudadanas que al final deben tener una mejor capacidad para participar en los asuntos públicos.
La participación de la gente en la decisiones que los afectan, y nada los afecta más que el modelo de desarrollo que los actores públicos impulsemos, es la esencia de la gobernabilidad y ahí debemos hacer énfasis en nuestro compromiso. Experiencias como la de los presupuestos participativos, el fortalecimiento de organizaciones para el control social, las escuelas de liderazgo y construcción de ciudadanía son solo algunas de las cosas que estamos adelantando pero que seguramente tendremos que ampliar y profundizar para hacer efectivo y real el propósito que me impuso la ciudadanía en Octubre del 2.007, que el alcalde y –digo- el gobernante somos todos.
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