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Estamos recuperando la confianza de la comunidad. |
jueves, 2 de julio de 2009 |
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"En Cartagena hay una ciudadanía activa y esa es una lección aprendida para otros lugares en los que reina la desesperanza y se crea la sensación de que es imposible modificar el estado de cosas. Me gusta repetir esta historia para decirles a otros colombianos que lo de Cartagena no es un milagro o la expresión de algunas circunstancias casuales sino el resultado de un trabajo de miles de personas." Judith Pinedo Florez. |
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La Alcaldesa Judith Pinedo Florez instaló en el Teatro Heredia Adolfo Mejía el Foro "Es el Tiempo de de Cartagena" |
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La alcaldesa de Cartagena, Judith Pinedo Flórez, recordó que su triunfo electoral en octubre del año 2007 fue el resultado de un trabajo de miles de personas que comprendieron la importancia de la participación y que no se limitaron a quejarse de la grave situación por la que atravesaba la ciudad en ese momento, caracterizada por el clientelismo, la politiquería y la corrupción.
Dijo que su Gobierno ha recuperado la confianza de la sociedad, lo que le ha permitido, entre otros logros, aumentar los ingresos por concepto de impuestos y con ello incrementar la inversión social, que se refleja hoy en el mejoramiento de la calidad de vida de los cartageneros.
La mandataria instaló el foro ‘Es el tiempo de Cartagena y la región Caribe’, organizado por la Alcaldía de Cartagena y la Casa Editorial El Tiempo.
Pinedo dijo, ante industriales, representantes del sector cívico, educativo y cultural de la ciudad, que en Cartagena hay una ciudadanía activa, que permitió iniciar un cambio de las costumbres políticas. Sostuvo que lo ocurrido en Cartagena “es una lección aprendida para otros lugares, en los que reina la desesperanza y se crea la sensación de que es imposible modificar el estado de cosas”.
Y agregó: “Me gusta repetir esta historia para decirles a otros colombianos que lo de Cartagena no es un milagro o la expresión de algunas circunstancias casuales, sino el resultado de un trabajo de miles de personas. Los ciudadanos nos impusieron un mandato, el de cambiar radicalmente las relaciones entre los actores políticos, liberar de clientelismo la administración pública y construir capacidades en el gobierno para que se conviertan en mejores condiciones de vida para los habitantes de nuestra ciudad”.
Fue enfática en decir que “nosotros tenemos el reto de demostrar que un mejor gobierno significa mejor calidad de vida”.
Explicó, ante unos 500 asistentes al foro, que “con el Concejo hemos establecido una relación de independencia basada en una especie de catálogo que planteamos desde el primer momento y que hemos venido cumpliendo. Los principios que guían las relaciones de la Alcaldía con el Concejo son: Independencia, respeto, publicidad, transparencia, derechos y no favores, reconocimiento, rendición de cuentas y escrutinio ciudadano”.
Destacó que la imagen favorable del Concejo, desde cuando planteó unas relaciones Concejo-Alcaldía, basadas en la independencia y el respeto, aumentó cerca de 10 puntos en las encuestas realizadas por el proyecto Cartagena Cómo vamos y el Observatorio de Gobernabilidad del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
Dijo que hace sólo un año el 25 por ciento de los encuestados percibía que entre el Concejo y la Alcaldía había una relación constructiva, mientras que la medición realizada hace algunas semanas señaló que ese porcentaje creció al 44 por ciento.
“Durante nuestra Alcaldía no hay dependencias que pertenezcan a ningún grupo político. El gabinete que hemos designado solo ha sido escogido por sus méritos. Todos comparten el compromiso de poner al ciudadano como eje de la gestión pública. Todos han asumido el reto de consolidar el cambio en las costumbres políticas, de practicar la máxima de que los recursos públicos son sagrados, de trabajar en equipo, de tener más y mejores canales de interacción con el ciudadano”, dijo Pinedo.
Sobre los recaudos dijo que “en el 2008 llegamos a más del 120 por ciento de lo previsto para Industria y Comercio, y el 118 por ciento de la Sobretasa a la gasolina”.
“Logramos liberar e incorporar al presupuesto de 2008, 40.000 millones de pesos, producto de excedentes de la garantía que la ciudad da para garantizar el crédito que financia el Plan Maestro de acueducto y alcantarillado. Esos 40.000 millones que nos permiten terminar los CAP de Canapote y El Pozón, ampliar la infraestructura educativa, impulsar la Ciudadela del Bicentenario y que nos han dado la posibilidad de intervenir la malla vial, tan deteriorada, y poner en marcha los CERES, que abren la posibilidad de que nuestros jóvenes reciban formación técnica y tecnológica pertinente”, manifestó.
De su mejor gestión financiera dijo que permitió recuperar 2.500 millones de pesos de cartera de Industria y Comercio y más de 7.000 millones de Valorización. “Ahorramos más de 500 millones en las contrataciones de aseo, papelería, vigilancia, transporte, etc., gracias a procesos contractuales más transparente y a la puesta en marcha del sistema de subasta inversa previsto en la ley. Los gastos de funcionamiento pasaron de representar el 52 por ciento de los Ingresos corrientes de libre destinación al 46,67 por ciento, sobre 6 puntos porcentuales menos que el año 2007”, agregó.
Dijo que gracias a la recuperación de la confianza lograda por su Gobierno, la Nación comprometió 32.000 millones de pesos para la realización de las obras de acueducto y alcantarillado para la ciudad del Bicentenario. “El Ministerio de Educación aporto 450 millones para el desarrollo de los CERES y garantizó los recursos para pasar de dos a cuatro colegios por concesión”, sostuvo.
“Se incluyeron las entradas y salidas de la ciudad en dobles calzadas a través de las concesiones nacionales de la vía del Mar y la Ruta Caribe. El tramo Bayunca-Cartagena ya se encuentra en ejecución”, afirmó.
“Como he dicho la ciudadanía cartagenera había dado señales claras de no creer en la capacidad del Gobierno de la ciudad de mejorar su calidad de vida, por ello la recuperación de la confianza ciudadana en las instituciones y en la acción colectiva fue uno de los objetivos centrales adoptados por el Plan de Desarrollo. Hemos dados pasos para merecer esa confianza”, dijo.
“Hemos sido la única ciudad del país en adoptar una regulación de la pauta publicitaria oficial para asegurar una relación transparente con los medios de comunicación y promover el pluralismo informativo. La pauta oficial dejó de ser un instrumento para hacer favores o comprar opiniones y pasó a ser lo que debe ser un mecanismo para informar a la ciudadanía de las acciones y programas del gobierno de la ciudad, que se contrata y remunera conforme a reglas claras y públicas”, aseguró
Remató su intervención diciendo que “creo que hay varias lecciones aprendidas que merecen ser difundidas y quizás replicadas en otros lugares. Creo que se ha ido armando una ecuación que resulta totalmente ganadora: organización social, participación política, buen gobierno, mayores recursos que se reflejan en más inversión social y en mejoramiento de la calidad de vida de nuestros habitantes”.
Texto completo de la intervención:
Ponencia de la alcaldesa de Cartagena de Indias, Judith Pinedo Flórez, en el Foro ES EL TIEMPO DE CARTAGENA Y LA REGIÓN CARIBE.
Debo reiterar nuestra gratitud por esta alianza entre la Casa Editorial El Tiempo con Cartagena, que tiene como propósito acompañar este interesante proceso que se está desarrollando en el Caribe. En nuestra región se han dado unas condiciones que no habíamos tenido en el pasado reciente y que tenemos el desafío de aprovechar para convertirlas en la gran oportunidad para luchar de manera definitiva con nuestros grandes males: la pobreza y la exclusión.
En las últimas décadas varios investigadores sociales han encontrado que entre las causas del atraso relativo del Caribe, se encuentran de una parte las políticas y de otra parte el modelo de desarrollo que favorecía otras regiones del país.
Desafortunadamente en Cartagena y toda la región tuvimos que soportar la distorsión del sistema político que llevó a la pérdida de confianza por parte de los ciudadanos en la capacidad del gobierno y de la acción colectiva para mejorar su calidad de vida. Las relaciones políticas estuvieron sustentadas en intercambios clientelistas que convirtieron a las agencias del gobierno en feudos al servicio de intereses políticos, que permitieron que la corrupción campeara en muchas de las instituciones estatales y que fuera muy mala la calidad de la administración pública en perjuicio de la eficacia de la gestión y por tanto de la ciudadanía.
Los vicios del ejercicio de la política tales como el clientelismo, la politiquería y la corrupción se habían convertido en los principales obstáculos de la gobernabilidad local en Cartagena que impedían mejoras en los indicadores de desarrollo humano.
Había una crisis de confianza en el sistema político, en las instituciones y en la capacidad de acción colectiva. Un estudio realizado por el PROGRAMA DE NACIONES UNIDAS mostró que:
• El 66% de las personas consideraban que las iniciativas de la Alcaldía eran obstaculizadas por el concejo debido a diferencias partidarias o personales y que la percepción mayoritaria era que las relaciones no eran constructivas sino que buscaban satisfacer intereses propios sin tener en cuenta las necesidades de la ciudad.
• Solo el 26% consideraba que la relación entre la alcaldía y el concejo era constructiva y el 80% creía que las relaciones Alcaldía Concejo estaban mediadas por el clientelismo
• Solo uno de cada tres ciudadanos consideraba que las elecciones en Cartagena eran limpias, es decir que se hacía fraude en los resultados o se compraba el voto o se constreñía la voluntad del elector.
• Como consecuencia de lo anterior había un alto grado de desconfianza ciudadana en la gestión de sus gobernantes, en especial por la percepción casi generalizada de corrupción en distintas dependencias del gobierno. A la pregunta, de acuerdo a lo que usted sabe o ha oído hablar ¿Pensaría usted que existe corrupción en alguna institución del gobierno local?, el 77% de los ciudadanos contestaba que si
Debo decir, sin embargo, que a la par que ello ocurría en Cartagena hubo un fortalecimiento de las organizaciones sociales como tal vez no ha habido en otras partes de Colombia. Durante los últimos diez años en esta ciudad los diversos sectores sociales se han reunido para pensar en el futuro de la ciudad, se han organizado para hacer control social de la actividad pública, se han empoderado para enfrentarse a situaciones políticas adversas, se han activado para proteger sus derechos, se han fortalecido para promover el mejoramiento de la calidad de vida quienes se encuentran situaciones de pobreza.
Organizaciones empresariales encabezadas por la Cámara de Comercio, la Fundación Mamonal y la Fundación Cívica para el Desarrollo de Cartagena, para citar solo algunos ejemplos, dinamizaron procesos de planeación estratégica de la ciudad, de control social, de responsabilidad social empresarial, de apoyo a organizaciones sociales.
Entidades como Actuar por Bolivar, las Cajas de Compensación familiar y la Pastoral Social trabajaron fuertemente para apoyar procesos de generación de ingresos de sectores sociales marginados.
Se crearon organizaciones de mujeres, se promovieron escuelas de liderazgo juvenil, se fortalecieron organizaciones de negritudes y se creo un movimiento para recuperar el sentido de las fiestas de independencia como una manera de recuperar la identidad.
Se crearon organizaciones que promovían la transparencia en la gestión pública y el control social, que incluso generaron el resultado de que un alcalde en ejercicio tuviese que dejar su cargo como consecuencia de hechos irregulares denunciados por dichas organizaciones. Se promovió desde la sociedad civil el voto en blanco como una manera de rechazar el estado de cosas que primaba en el gobierno local y se obtuvo una de las más grandes votaciones de este tipo en toda Colombia.
Todo esto lo señalo y lo recuerdo porque en muchas ocasiones se pierde el contexto y la historia de nuestro proceso. El hecho de que el Movimiento POR UNA SOLA CARTAGENA, que tuve el honor de liderar en el año 2.007, luego de un proceso público y democrático para la escogencia del candidato, hubiese ganado la elección para Alcalde de Octubre de ese año, es el resultado del trabajo de miles de personas que participaron en esas muchas organizaciones conformadas por ciudadanos activos que no se limitaron a quejarse de la situación, sino que comprendieron la importancia de la participación y fueron creando una masa crítica que finalmente permitió obtener un triunfo electoral contra las organizaciones políticas tradicionales y la lógica de las relaciones clientelistas que primaban.
En Cartagena hay una ciudadanía activa y esa es una lección aprendida para otros lugares en los que reina la desesperanza y se crea la sensación de que es imposible modificar el estado de cosas. Me gusta repetir esta historia para decirles a otros colombianos que lo de Cartagena no es un milagro o la expresión de algunas circunstancias casuales sino el resultado de un trabajo de miles de personas.
Los ciudadanos nos impusieron un mandato, el de cambiar radicalmente las relaciones entre los actores políticos, liberar de clientelismo la administración pública y construir capacidades en el gobierno para que se conviertan en mejores condiciones de vida para los habitantes de nuestra ciudad. Nosotros tenemos el reto de demostrar que un mejor gobierno significa mejor calidad de vida.
Con el concejo hemos establecido una relación de independencia basada en una especie de catálogo que planteamos desde el primer momento y que hemos venido cumpliendo.
Los principios que guían las relaciones de la alcaldía con el Concejo son: Independencia, respeto, publicidad, transparencia, derechos y no favores, reconocimiento, rendición de cuentas y escrutinio ciudadano. Esto ha permitido mejorar la calidad del control político que hace el concejo, fortalecer nuestra democracia local porque hoy todo el mundo tiene claro que aquí no hay coaliciones para desarrollar complicidades sobre irregularidades, nuestros funcionarios tienen absolutamente claro que todas sus actuaciones están abiertas al escrutinio público y que debemos responder por nuestras actuaciones. Hay un control dinámico que genera consecuencias.
Durante nuestra alcaldía no hay dependencias que pertenezcan a ningún grupo político. El gabinete que hemos designado solo ha sido escogido por sus méritos. Todos comparten el compromiso de poner al ciudadano como eje de la gestión pública. Todos han asumido el reto de consolidar el cambio en las costumbres políticas, de practicar la máxima de que los recursos públicos son sagrados, de trabajar en equipo, de tener más y mejores canales de interacción con el ciudadano.
La experiencia de construir unas relaciones concejo-alcaldía basadas en la independencia y el respeto, que haga que el concejo sea valorado por los ciudadanos como el escenario natural donde se discuten los temas importantes de Cartagena y donde están representados los distintos sectores de nuestra sociedad, ha logrado sus frutos: La imagen favorable del concejo ha subido cerca a diez puntos en las encuestas realizadas por el proyecto Cartagena Cómo vamos y el Observatorio de Gobernabilidad del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. En éste último, hace solo un año el 25% de los encuestados percibía que entre el concejo y la alcaldía había una relación constructiva, mientras que la medición realizada hace algunas semanas señaló que ese porcentaje creció al 44%.
La mejor gestión empieza a producir resultados para tener mayores recursos que se conviertan en inversión social. En el presupuesto del 2.008 recibimos apenas 38.000 millones de libre destinación, lo que dejaba muy poco margen de maniobra para pagar nuestra inmensa deuda social. Bogotá, que tiene siete veces más habitantes que Cartagena, tiene un presupuesto para 2.009 por más de 14 billones de pesos. En Cartagena el presupuesto es de algo más de un billón, es decir catorce veces menos. Esa comparación nos pone de presente el inmenso esfuerzo que tenemos que hacer para tener mayores ingresos, para hacer mayores ahorros, para mejorar nuestra gestión para poder hacer las inversiones necesarias y adelantar los programas que permitan cumplir con nuestro sueño de tener UNA SOLA CARTAGENA.
En ese propósito hemos avanzado varios pasos, solo menciono unos ejemplos:
Los ciudadanos han mostrado una mayor disposición a cumplir con el deber de contribuir con el pago de sus impuestos. El recaudo se ha incrementado en más del 8% que el año anterior. En el 2.008 llegamos a un recaudo de más del 120% de lo previsto para Industria y Comercio y el 118% de la Sobretasa a la gasolina.
Logramos liberar e incorporar al presupuesto de 2.008, 40.000 millones de pesos producto de excedentes de la garantía que la ciudad da para garantizar el crédito que financia el Plan Maestro de acueducto y alcantarillado. 40.000 millones que nos permiten terminar los CAP de Canapote y El Pozón, ampliar la infraestructura educativa, impulsar la Ciudadela del Bicentenario y que nos han dado la posibilidad de intervenir la malla vial tan deteriorada y poner en marcha los Ceres que abren la posibilidad de que nuestros jóvenes reciban formación técnica y tecnológica pertinente.
La mejor gestión de cobro permitió recuperar 2.500 millones de pesos de cartera de Industria y Comercio y más de 7.000 millones de valorización. Ahorramos más de 500 millones en las contrataciones de aseo, papelería, vigilancia, transporte, etc, gracias a procesos contractuales más transparente y a la puesta en marcha del sistema de subasta inversa previsto en la ley. Los gastos de funcionamiento pasaron de representar el 52% de los Ingresos corrientes de libre destinación al 46,67%, sobre 6 puntos porcentuales menos que el año 2007.
En el DATT se logró una negociación más equitativa del contrato para trámites y recaudo que significa un ingreso adicional para el Distrito de 1.500 millones de pesos. En el proceso de liquidación de la Empresas Públicas Distritales se consiguieron ahorro de intereses por más de 20.000 millones.
Recuperamos más de 10.000 millones de pesos que se encontraban congelados en títulos judiciales producto de embargos. Se pasó de no recaudar nada por concepto de publicidad exterior visual a recibir 4.800 millones por ese concepto
La recuperación de la confianza también permitió tener una relación más activa y constructiva con las entidades nacionales que se reflejen en acciones para la ciudad.
Conseguimos un mayor aporte proporcional de la Nación a Transcaribe, y inclusión de obras complementarias para la intervención de vías pretroncales que no estaban inicialmente previstas. La Nación pasó de aportar el 54% del valor del proyecto a aportar el 67%.
La Nación comprometió 32.000 millones de pesos para la realización de las obras de acueducto y alcantarillado para la ciudad del Bicentenario. El Ministerio de Educación aporto 450 millones para el desarrrollo de los CERES y garantizó los recursos para pasar de dos a cuatro colegios por concesión.
Se incluyeron las entradas y salidas de la ciudad en dobles calzadas a través de las concesiones nacionales de la vía del Mar y la Ruta Caribe. El tramo Bayunca-Cartagena ya se encuentra en ejecución.
Como he dicho la ciudadanía cartagenera había dado señales claras de no creer en la capacidad del gobierno de la ciudad de mejorar su calidad de vida, por ello la recuperación de la confianza ciudadana en las instituciones y en la acción colectiva fue uno de los objetivos centrales adoptados por el Plan de desarrollo. Hemos dados pasos para merecer esa confianza.
Adoptamos el procedimiento de selección de contratistas de obras de mínima cuantía por sorteo. Los ingenieros y arquitectos constructores de la ciudad saben que no requieren de intermediarios para acceder a un contrato en la Alcaldía.
Hemos sido la única ciudad del país en adoptar una regulación de la pauta publicitaria oficial para asegurar una relación transparente con los medios de comunicación y promover el pluralismo informativo. La pauta oficial dejó de ser un instrumento para hacer favores o comprar opiniones y pasó a ser lo que debe ser un mecanismo para informar a la ciudadanía de las acciones y programas del gobierno de la ciudad, que se contrata y remunera conforme a reglas claras y públicas.
Convocamos públicamente a profesionales de la ciudad en distintas áreas del conocimiento para que postularan sus nombres para ser contratados por la Alcaldía en la medida en que la ejecución de los proyectos lo fuera requiriendo. Hemos contratado casi un centenar de profesionales cartageneros que han demostrado tener las capacidades para aportar a la construcción de UNA SOLA CARTAGENA y que solo deben su trabajo a sus propios méritos.
El cambio de la manera de actuar en materia política permite también que el gobierno local asuma un nuevo liderazgo en temas de desarrollo económico. Cartagena tiene hoy una dinámica productiva que le ha permitido enfrentar la crisis global de mejor manera que otras regiones del país. La búsqueda de nuevas fuentes de turismo como la promoción del corredor náutico, la formación de personal que pueda atender la oferta laboral que genera la ampliación de la refinería, el mejoramiento de la infraestructura vial para la competitividad, la inclusión de sectores tradicionalmente marginados a los procesos productivos son temas de la agenda del gobierno local que permiten sin duda que Cartagena pueda tener un nivel de crecimiento por encima del promedio nacional y que ese crecimiento se irrigue en todos los sectores sociales.
Me he extendido pero quería compartir con ustedes el análisis del caso de Cartagena porque creo que hay varias lecciones aprendidas que merecen ser difundidas y quizás replicadas en otros lugares. Creo que se ha ido armando una ecuación que resulta totalmente ganadora: organización social, participación política, buen gobierno, mayores recursos que se reflejan en más inversión social y en mejoramiento de la calidad de vida de nuestros habitantes.
Muchas gracias
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